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Aquellas cargas del pasado que retornan…


A menudo, recuerdos e intríngulis de dolores pasados retornan a nuestra memoria y reviven angustias y emociones a la par que despiertan replanteos, reproches y revisiones varias.
Pasan por nuestra mente repetidas escenas, frases y desenlaces que rumiamos de nuevo, con voluntad o “caprichosamente”.
Vacíos, rupturas, soledades, enfrentamientos, bloqueos… Culpas, vergüenzas, mentiras, defraudaciones y más…
A veces manifestamos deseos de que ese tormento cese, que los recuerdos “nos dejen en paz” y que los fantasmas se retiren de una vez y para siempre!!!
Ya.
El costo energético de esas cargas es enorme y perturba y limita el presente y la plenitud.
Y hay sufrimiento repetitivo.
Veamos hoy otra mirada posible:
Vamos primero a “amigarnos con los recuerdos”. Estos son nuestros y parece que elegimos recordar y revisar otra vez ciertas cosas.
Si nos hacemos cargo de esta revisión, podemos acceder a unas preguntas bisagras, que abran nuestro Darse Cuenta y permitan saber más del asunto y de nosotros mismos.
Las preguntas son: ¿Para qué recuerdo esto nuevamente?  ¿Qué me viene a avisar o a decir este recuerdo aquí y ahora? ¿Qué necesito con esto, que es justamente lo que me está avisando?
Es que el recuerdo viene para pedir algo en el presente.
En todo caso ese pasado se ha transformado ahora en bibliografía del presente.
Necesita atención, cierre y resolución AHORA.
Éste es un asunto del PRESENTE y no del pasado.
Y es éste su poder curativo y su magia.
La situación pasada, está aún pendiente de atención y resolución en el aquí y ahora. Y estamos a tiempo…incluso cuando algún protagonista ya no esté.
Puede que nos cueste abordar el tema…pero es enorme el costo de arrastrar su pesada carga, aún por más tiempo.
Puede que hayamos pagado en cuotas con gravosos intereses, lo que ahora proponemos de una vez, saldar por fin y al contado.
Es ahora. Hay que atender y cerrar el pasado.
Hay algo que aprender, que desbloquear, que atravesar, en los recuerdos que retornan. También a veces, por ejemplo lo que duele no es exactamente lo sucedido, sino el no saber cómo responder al desafío…en aquel momento y aún ahora, si volviera a ocurrir…
¿Curioso no?
El recuerdo se calmará, se alivianará o se retirará, cuando ya no tenga razón de volver, enseñanza que dejar o cierre que proponer. Se trata de una ocasión de crecer para cada uno.
No viene a “molestar”, viene para alentar nuestra sabiduría y desarrollo.
La experiencia nos enseña el valor que tuvo en nuestras vidas, la resolución de temas anteriores a los que por fin pudimos atender y cerrar.
Es una señal más para alentarnos a dialogar con “las mochilas”, escucharlas con amor, saber qué nos muestran y qué necesitan para irse, llevando su pesada carga.
Son un gran maestro mensajero, al que no conviene combatir ni esquivar.

                                                                   Dr. Claudio Casas Médico Psiquiatra – Terapeuta Gestáltico
                                                                                                                               cpcasas@intramed.net

El presente artículo puede complementarse a modo ilustrativo con la Canción “Si te parece bien” de Paola Campos: https://www.youtube.com/watch?v=ikACDOeiCcU

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